El silogismo es una forma de razonamiento lógico que consta de dos proposiciones y una conclusión, la última de las cuales se deduce necesariamente de las otras dos. El silogismo fue formulado por primera vez por Aristóteles, en su obra lógica El Organon, en los libros conocidos como primeros analíticos.
Las dos primeras proposiciones se llaman premisas, la tercera se denomina conclusión. Los dos términos que entran en las premisas y en la conclusión se llaman extremos (mayor y menor), y el que sólo entra en las premisas recibe el nombre de medio.
Los silogismos presentan la siguiente estructura:
Premisa mayor: regla general o mayor
Premisa menor: conocimiento que se halla bajo la condición de la regla.
Conclusión: aplicación de la regla a este caso.
Veamos unos ejemplos de uso de los silogismos:
Todos los hombres son mortales
Todos los investigadores son hombres
Todos los investigadores son mortales
En su uso puro, la razón tiende a subordinar la condición que aparece en la premisa mayor (Todos los hombres son mortales) a una condición todavía más general, convirtiéndose en condicionado de ésta. Esto se denomina prosilogismo o silogismo reductivo.
Todos los animales son mortales
Todos los hombres son animales
Todos los hombres son mortales
Hemos dado un paso más en la generalización.
Todos los vivientes son mortales
Todos los animales son vivientes
Todos los animales son mortales
OTRO EJEMPLO:
PM. Todos los jueces son famosos Pm. todos los famosos son sabios C. Por ello todos los jueces son sabios